Agriturismo Girasole

El Agriturismo Girasole se encuentra en el pueblo de Fai della Paganella, uno de los centros que forman el Altopiano della Paganella, en la parte centro-occidental de Trentino, entre la montaña del mismo nombre que se asoma al valle del Adige y las espectaculares Dolomitas de Brenta, patrimonio de la Unesco.

El pueblo se extiende sobre una amplia terraza natural en las laderas de la Paganella que se asoma al Valle del Adige. Lugares característicos de rara belleza que conservan toda la atmósfera del entorno alpino y un clima particularmente fresco y suave, ideal para aquellos que deseen relajarse en el verde de los prados y bosques, lejos del bullicio de la ciudad y del tumulto de las localidades más pobladas.

El territorio está incluido en el Parque Natural Adamello Brenta, 620 kilómetros cuadrados de excepcional riqueza geológica y natural, y ofrece innumerables posibilidades de excursiones, desde las más sencillas hasta las más exigentes: senderos cómodos para familias, ascensos a refugios y rutas equipadas para los más entrenados. El área incluye el lago de Molveno, el segundo más grande de la región, con aguas extraordinariamente claras, situado en un encantador entorno natural. Aquí se encuentra una playa libre considerada como la playa alpina más hermosa de Trentino.

En invierno, el Altopiano della Paganella es el corazón de una zona de esquí en constante crecimiento, capaz de satisfacer tanto a los esquiadores más experimentados como a las familias que buscan nieve en vacaciones. Con 50 kilómetros de pistas muy anchas, nieve garantizada y modernas instalaciones, con un panorama que se convierte en protagonista en la cima de Paganella, punto culminante del área de esquí, donde la vista se abre a un horizonte amplio. Los principiantes pueden encontrar escuelas de esquí equipadas con juegos para niños en la montaña y en el pueblo. Para los amantes del esquí de fondo, en Andalo, cerca del centro deportivo, hay un circuito iluminado incluso por la noche. Los más tranquilos pueden disfrutar de románticos paseos con raquetas de nieve.

Terminada la temporada de invierno, los extensos prados verdes se transforman en blancos y rosados tapices que se extienden por todo el territorio desde principios de abril hasta los primeros días de mayo, saludando la llegada de la floración de cerezos, perales y manzanos silvestres. El visitante tiene la oportunidad de participar de primera mano en el renacimiento de la naturaleza después de la larga pausa invernal.

En verano nos encontramos en un gimnasio al aire libre: prados, bosques, montañas, lagos inmersos en el Parque Adamello Brenta. En estos lugares, el cuerpo y el espíritu se regeneran y las tensiones diarias se alejan. El aire puro y fresco regala energía, y cada mañana nos levantamos en forma, listos para afrontar un día lleno de experiencias. Paseos, excursiones en bicicleta de montaña y nordic walking ayudan a mantenernos sanos y en forma.

El otoño todavía regala momentos de intensas emociones con la explosión de sus colores. Los hayedos y bosques alrededor del pueblo se tiñen de amarillo, rojo y naranja, invitando a llevar botas de senderismo y una cámara fotográfica para llevar a casa un tesoro para compartir con amigos y familiares.