Puntalizzu

El desayuno está compuesto casi exclusivamente por productos naturales y de la empresa, dulces y salados. Muchas de las tortas son preparadas directamente por la hermana y la madre del propietario, de ricota, frutas, tartas, tortas de chocolate. A estas se suman los dulces típicos, como los sos papassinos a base de masa quebrada y nueces relacionados con la época de los muertos, las sas orilletas a base de masa trenzada y miel relacionadas con el período de carnaval, las sas casatinas a base de pasta y queso o ricota relacionadas con la época de Pascua.

Incluso el desayuno se convierte en un descubrimiento de Cerdeña, además de la excelente miel producida en la empresa, mermeladas y conservas artesanales de naranjas y pompìa (un cítrico slow food típico de Siniscola).

Todas las mañanas compramos pan fresco y se sirve en el desayuno junto con el pan sardo por excelencia: el pane carasatu. Zumos de fruta, mantequilla, cereales, pero también crema de chocolate, frutas de temporada, y entre lo salado, embutidos locales, queso, huevos revueltos a pedido, según la disponibilidad de la cocina también buñuelos y tartas saladas. Además de todo esto, por supuesto, café, capuchino, té y todas las bebidas para el desayuno.

La cocina de nuestra casa rural utiliza principalmente productos elaborados o cultivados en la empresa y ofrecidos a nuestros clientes durante la temporada. Producimos excelente aceite de oliva virgen extra, que utilizamos como ingrediente fundamental para la elaboración de recetas típicas locales. También las aceitunas que servimos provienen de nuestro olivar y gran parte de las frutas y verduras que ponemos en la mesa se cultivan en la empresa. La pasta se hace a mano, como antes, y mantiene esos sabores que están desapareciendo con la homogeneización de las producciones industriales. Preparamos "Sos macarrones de punzu", universalmente conocidos como malloreddos (del término campidanés), que servimos cocinados de manera sencilla y aderezados con salsas de carne; "Sos anzelotos de recotu" (raviolis de ricota), elaborados con una masa fina rellena de acelgas y ricota; también "Sos anzelotos de casu" (raviolis de queso), hechos a mano y rellenos de queso fresco, cocidos en abundante agua salada, servidos con una salsa de carne y espolvoreados con queso de oveja. El "pane vratàtu" o "pane vratàu" (literalmente significaría pan molido) se realiza disponiendo en capas en un plato las hojas de pan carasau previamente sumergidas en caldo de carne; el pan, ablandado por el agua, se cubre con salsa de carne, se espolvorea con queso de oveja y se sirve en plato. "Sa Supa Siniscolesa", uno de los platos más fascinantes de nuestra tradición, se prepara con pan duro, caldo y salsa de cordero, antiguamente se servía en ocasiones de bodas. Aún hoy, los jueves, el panadero amasa "Sa Lorica", un pan cilíndrico que se corta en rodajas y se utiliza como base para "Sa Supa". Las rodajas de pan se disponen en capas en una olla adecuada para soportar altas temperaturas, rociadas con un caldo de cordero muy sabroso y especiado, se cubren con una salsa de carne de cordero no demasiado concentrada y con queso de oveja bien curado hasta llenarla. La cocción es larga y compleja: el fondo de la olla se coloca sobre brasas incandescentes y al mismo tiempo se cubre con brasas también la tapa de la olla. El resultado es un plato de sabor fuerte y decidido que se acompaña perfectamente con un vino de mediana robustez, preferiblemente Cannonau. La carne de lechón de leche se asa a la parrilla durante aproximadamente 3, 4 horas y se sirve en "Sos Ajones" (recipientes cóncavos de corcho) o en "Sos Tazeris" (recipientes de madera de olivo), sobre una cama de brotes de mirto o romero, que realza su aroma. La única adición durante la cocción es la sal. El sabor en boca es suave y tierno, la piel crujiente. Es innecesario decir que la combinación ideal es con un vino bastante robusto, como un Cannonau reserva. La carne de cordero se hierve con cebollas, patatas, coles y apio. La cocción dura algunas horas y es menos elaborada que la del lechón, pero el sabor es mucho más intenso. El pan carasau mojado en el caldo se combina perfectamente con la carne y las patatas, abundantemente saladas. Con la carne de cordero es preferible combinar un vino más suave, quizás un Carignano del Sulcis. El vino Cannonau es de nuestra producción, y este año, por primera vez, también hemos producido Vermentino (vino blanco, único DOCG de Cerdeña). De todos modos, también proponemos una buena carta de vinos sardos, que permite a los huéspedes acercarse a las variedades autóctonas y a las experimentaciones.