Nuestro cottage, separado de la casa principal, brinda una atmósfera íntima y total privacidad, con una hermosa vista del valle y las montañas circundantes. El espacio, un ambiente abierto decorado con sencillez y buen gusto, recibe a los huéspedes en un lugar cálido y acogedor, ideal para una escapada en la naturaleza.
La entrada se abre a un porche equipado con mesa, sillas y sillones, perfecto para relajarse al aire libre. En el interior, a la derecha, hay una cocina bien equipada, provista de los ingredientes básicos para cocinar, como aceite, sal, pimienta, chile, azúcar y café. El área de comedor cuenta con una mesa y cuatro cómodas sillas. Para los meses más fríos, una estufa de pellet, que puede ser programada por el administrador, asegura un agradable confort.
La zona de descanso, situada a la izquierda, incluye una cómoda cama matrimonial y una cama individual, ideales para alojar hasta tres personas. El baño, funcional y con una amplia ducha, dispone de una puerta que da al lado opuesto del jardín, creando una conexión directa con el exterior.
Un refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y relajación, con todas las comodidades necesarias para sentirse como en casa.