En el corazón del pueblo, a pocos pasos de la plaza principal y a cinco minutos del puerto, este encantador loft recibe a los huéspedes en un entorno auténtico y lleno de historia. El apartamento se encuentra en la planta baja de un edificio histórico que data de 1930, construido por el abuelo de la prima del propietario, y hoy es gestionado con pasión y dedicación por una pareja, Laura y su esposo.
Ideal para una pareja, el loft ofrece espacios bien distribuidos y funcionales. La entrada da paso a una cocina completamente equipada, junto a un amplio comedor con mesa y seis sillas. La zona de descanso cuenta con una cómoda cama matrimonial, mientras que el baño dispone de ducha y servicios privados. Para completar el alojamiento, hay una terraza exterior con mesa de comedor y sombrilla, perfecta para momentos de relajación al aire libre.
La ubicación central permite disfrutar plenamente de la vida cotidiana del pueblo, con restaurantes, tiendas y actividades fácilmente accesibles a pie.