A los pies del Monte Paganuccio, La Tana del Furlo recibe a sus visitantes en un entorno natural que invita a desacelerar y redescubrir el placer de las cosas simples. Este pequeño bed and breakfast, rodeado de vegetación, es el refugio perfecto para quienes buscan respirar tranquilidad y autenticidad, lejos del ritmo agitado de la ciudad.
Cada mañana comienza con el aroma del bosque y el canto de los pájaros. Los senderos que salen de la propiedad llevan hacia la Gola del Furlo, donde se alternan vistas espectaculares y rincones de naturaleza virgen. Los amantes de las actividades al aire libre pueden explorar la zona en bicicleta eléctrica o a pie, mientras que quienes prefieren la exploración cultural podrán visitar los pueblos cercanos: Acqualagna, hogar del trufa blanca, Cagli con sus antiguas torres y Urbino, cuna del Renacimiento y patrimonio de la humanidad.
En La Tana del Furlo, la hospitalidad se basa en gestos sinceros y atención a los detalles. Ya sea para una breve parada o una estancia más prolongada, cada huésped encuentra aquí un lugar donde sentirse bienvenido, inmerso en la paz de las colinas marchigianas.