La lujosa villa de principios del siglo XX, ubicada en una zona tranquila en el límite del centro histórico, da hacia el jardín interior que ofrece un espacio silencioso y característico donde, durante la temporada de buen tiempo, se puede disfrutar de un desayuno abundante y sabroso.
En el interior, se reservan dos habitaciones matrimoniales para los huéspedes, ambas equipadas con baño privado, televisión y wifi.
Las habitaciones son acogedoras, luminosas y elegantes.
La habitación Rubí, más espaciosa, tiene la posibilidad de añadir otra cama y el baño cuenta con bañera y ducha.
La habitación Amatista, más romántica y privada, dispone de un baño con una amplia ducha.