Sumergida en un entorno tranquilo pero bien conectado, esta amplia casa de dos niveles ofrece todo lo necesario para unas vacaciones activas y sociables, perfecta para familias numerosas o grupos de amigos. Los dos pisos están conectados por una terraza que se convierte en el corazón del hogar, ideal para relajarse al aire libre entre mesas, tumbonas, hamacas y un cuarto de bicicletas seguro con cerradura electrónica, pensado para quienes disfrutan de andar en bicicleta incluso en vacaciones.
La distribución interna está diseñada para garantizar flexibilidad y comodidad: dos cocinas equipadas (una independiente y otra integrada en el salón), dos habitaciones dobles, una habitación con camas individuales que se pueden unir, dos habitaciones pequeñas (una con cama individual y otra con litera) y dos sofás cama en diferentes áreas comunes, para un total de 11 plazas para dormir. Los dos baños, ambos con ducha, están bien equipados y distribuidos en los dos niveles. No faltan detalles útiles como dos televisores inteligentes, doble conexión Wi-Fi, libros, secador de pelo, planchas, tendederos e incluso una guitarra a disposición de los huéspedes.
Para hacer la estancia aún más agradable, hay espacios compartidos, la posibilidad de lavar o guardar la bicicleta y un ambiente acogedor que fomenta el encuentro entre viajeros con la misma pasión por la naturaleza y las actividades al aire libre. El mar se encuentra a solo 7 km, fácilmente accesible también en bicicleta o en autobús, mientras que a 6 km se sitúa el pueblo medieval de Finalborgo, lleno de restaurantes, tiendas artesanales, eventos culturales y festivales.
Los amantes de la bicicleta de montaña encontrarán senderos transitables todo el año gracias al clima templado, con servicios de transporte activo de abril a octubre para acceder a las rutas más emocionantes. Para quienes prefieren la tranquilidad, los alrededores ofrecen ríos, lagos y paisajes naturales ideales para excursiones y momentos de relax lejos del bullicio de las playas.