En un rincón apartado de la campiña laziale, al pie del Monte Cimino, se encuentra una villa rodeada de tranquilidad y naturaleza, donde el tiempo parece detenerse. Este entorno es perfecto para quienes buscan renovarse, disfrutando del relax que ofrece la piscina y el jacuzzi, así como de la auténtica atmósfera de la Tuscia, con sus aromas, paisajes y gastronomía.
Los alojamientos incluyen dos habitaciones dobles y un apartamento independiente con cocina, brindando privacidad y confort en cualquier época del año. Los huéspedes pueden disfrutar de momentos de relajación junto a la piscina, dejándose llevar por la suave brisa de las colinas, o deleitarse con un aperitivo al aire libre rodeados por los sonidos de la naturaleza. A petición, es posible saborear cenas inspiradas en los sabores locales, con menús que celebran la tradición culinaria de la región.
La ubicación estratégica permite explorar algunos de los destinos más fascinantes del Lazio: los balnearios y barrios medievales de Viterbo, los sitios arqueológicos de Tuscania, la elegancia de los jardines de Villa Lante en Bagnaia, las arquitecturas renacentistas de Caprarola, el enigmático Bosque de Bomarzo y el antiguo hayedo del Monte Cimino, ideal para quienes disfrutan de las excursiones o del ciclismo de montaña. Roma también es de fácil acceso en coche, convirtiendo esta villa en una base perfecta para una estancia que combina naturaleza, cultura y bienestar.
La hospitalidad es uno de los puntos fuertes: quienes llegan aquí son recibidos con calidez, como viejos amigos, y guiados en una experiencia que une sencillez, cuidado y autenticidad.