La propiedad destaca por su ambiente acogedor y auténtico, así como por la amabilidad y disponibilidad de los anfitriones Alessandro y Stefania. Los viajeros valoran especialmente las vistas panorámicas, la tranquilidad y la piscina. Sin embargo, la falta de aire acondicionado y el calor en las habitaciones pueden ser incómodos en verano. La ubicación es ideal para quienes buscan relax y contacto con la naturaleza, aunque puede resultar algo apartada para quienes prefieren estar cerca de servicios o poblaciones. Se admiten mascotas, aunque no siempre la convivencia es fácil.