Las opiniones resaltan la amabilidad y eficiencia del anfitrión, siempre atento a las necesidades de los huéspedes. El alojamiento destaca por su encanto, su decoración retro de los años 50 y su limpieza. Las habitaciones son amplias y luminosas. Además, la ubicación céntrica es ideal para recorrer la ciudad y acceder a zonas comerciales. La relación calidad-precio es muy buena. En conjunto, una opción recomendable para quienes buscan comodidad, buena atención y precios razonables.