Los viajeros destacan la cálida y atenta acogida de la anfitriona, la limpieza impecable y el encanto artístico de la casa, decorada con buen gusto. El desayuno es muy elogiado por su abundancia y calidad, a menudo con productos caseros. La ubicación, rodeada de vegetación, garantiza tranquilidad y es estratégica para visitar Padua, Venecia y la Riviera del Brenta. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas; también se valoran los espacios exteriores para relajarse. Excelente relación calidad-precio, ambiente familiar y relajante ideal tanto para parejas como para familias.