Las opiniones destacan el encanto y la historia de la propiedad, considerada un oasis de tranquilidad en el campo de Ragusa. Los alojamientos están limpios y bien cuidados, con un estilo que respeta la tradición local. Los huéspedes valoran especialmente los jardines y la piscina para relajarse. El recibimiento de los anfitriones es descrito como cálido y servicial. Algunos viajeros señalan que el lugar es algo aislado, por lo que se recomienda contar con coche para acceder a supermercados y restaurantes cercanos. Es una buena base para explorar Ragusa, Modica y alrededores, ideal para quienes buscan paz y naturaleza.