Los comentarios destacan especialmente la cálida hospitalidad de las anfitrionas Roberta y Nicoletta. Las habitaciones se describen amplias, limpias y cómodas, con buena climatización y bonitas vistas. La ubicación se valora positivamente: es una zona tranquila, cerca del centro, con fácil acceso al transporte público y cerca del mar. La decoración del alojamiento y el ambiente familiar gustan mucho a los viajeros. El desayuno suele ser abundante, a menudo servido en una cafetería cercana; algunos invitados sugieren mejoras en su organización. En general, el establecimiento ofrece una excelente relación calidad-precio y atención acogedora.