Los viajeros destacan la limpieza impecable, la amabilidad y disponibilidad de los anfitriones, y el desayuno abundante con productos caseros tanto dulces como salados. La estructura es moderna, bien cuidada y las habitaciones son cómodas. Aunque está a unos 800 metros del centro, es fácil llegar gracias al servicio de lanzadera o las bicicletas proporcionadas. La relación calidad-precio es excelente y muchos huéspedes se sienten como en casa gracias al ambiente acogedor.