Las opiniones destacan la limpieza excepcional, la ubicación céntrica y el cuidado en los detalles del alojamiento, perfecto tanto para explorar el barroco siciliano como para llegar fácilmente al mar. Los anfitriones, Pamela y Dario, son valorados por su profesionalidad, amabilidad y por aportar útiles consejos sobre la zona, haciendo que los huéspedes se sientan como en casa. Las habitaciones son cómodas, bien acondicionadas y cuentan con todos los servicios necesarios, incluyendo buena climatización. La estancia resulta tranquila y la relación calidad-precio es positiva. También se admiten mascotas bajo petición.