Quedamos encantados con la casa de huéspedes Cornua en Lumarzo. Lidia nos recibió con una hospitalidad genuina y una calidez que va más allá de la simple profesionalidad, haciéndonos sentir enseguida a gusto y creando un ambiente familiar. El establecimiento está cuidado hasta el último detalle, con una limpieza impecable que denota gran atención y cuidado hacia los huéspedes. Además de estar provisto de todo lo necesario para una estancia tranquila, cuenta con una ubicación privilegiada. La vista desde la colina, a 660 metros sobre el nivel del mar, es una verdadera maravilla para la vista. Aunque estábamos allí para disfrutar del mar, no nos molestó en absoluto hacer esos pocos kilómetros cada mañana para llegar a la playa. Fue el compromiso perfecto: días en la playa y noches frescas en un oasis de paz. Recomendamos encarecidamente este lugar a quienes buscan un oasis de tranquilidad y belleza, donde la acogida marca la diferencia y la ubicación ofrece lo mejor de ambos mundos.

Tuve el placer de alojarme en este establecimiento y solo puedo dejar una reseña más que positiva. Mirko y Lidia fueron dos anfitriones excepcionales: súper amables y serviciales. La habitación estaba limpia, acogedora y nueva, cuidada en los detalles y realmente cómoda. Si tuviera que pasar por la zona de nuevo, no tendría dudas: volvería aquí sin pensarlo dos veces. Muy recomendable.