Bien situado entre la estación de trenes y de autobuses y el centro. Metro cercano, el Duomo y otros lugares cercanos accesibles a pie.

El edificio en el que se encuentra no es el mejor, pero te lleva a un mundo que solo conoce Nápoles, y por eso lo encuentro poético. La entrada es simple pero limpia y acogedora. La habitación la encontré limpia y equipada con todas las comodidades necesarias para unas cortas vacaciones. La cama es cómoda, el espacio es más que suficiente y hay un balcón que da a la 'vida' de la calle, hecha de olores y ruidos típicos de Nápoles. El baño no es enorme pero limpio y cómodo. El administrador, aunque solo hablamos a través de WhatsApp, fue muy amable y simpático, con consejos para la zona y detalles precisos sobre la habitación. ¡Recomendado!