
Las reseñas destacan la ubicación tranquila y la magnífica vista panorámica del alojamiento, cerca de Capoliveri y del mar pero en un entorno natural y relajante. Los viajeros valoran mucho la limpieza, el diseño moderno y el ambiente acogedor del establecimiento. Los anfitriones, Cristian y Giorgio, son elogiados por su amabilidad, disponibilidad y por compartir consejos útiles sobre la isla. El desayuno casero, variado y abundante, es uno de los puntos fuertes. La atmósfera familiar y la atención al detalle hacen que muchos huéspedes piensen en volver.











