Las valoraciones destacan especialmente la ubicación céntrica del alojamiento, perfecta para recorrer Palermo a pie y acceder fácilmente a los puntos de interés. Los visitantes elogian la limpieza, el confort y la decoración actualizada de las habitaciones. La anfitriona, Antonella, recibe frecuentes menciones por su amabilidad, atención al detalle y buenos consejos para aprovechar la estancia en la ciudad. A pesar de estar en una zona animada, las habitaciones son silenciosas y permiten buen descanso. El desayuno, cuando se ofrece, es abundante y de calidad. Algunas opiniones mencionan olor a comida de los restaurantes cercanos, pero no afecta significativamente la experiencia global, que es muy positiva. Es una opción recomendable tanto para turismo como para viajes de trabajo.