Los viajeros destacan la limpieza impecable y el confort de las habitaciones, decoradas con mucho cuidado. Los anfitriones, Massimo y Barbara, son muy valorados por su amabilidad y atención. La ubicación es tranquila, perfecta para descansar, y cerca de los baños termales. El desayuno es abundante, variado y preparado con esmero. El alojamiento ofrece una excelente relación calidad-precio y fácil acceso al centro. En resumen, una estancia acogedora y silenciosa, ideal para quien busca relajarse.