Los viajeros destacan la ubicación en plena naturaleza, perfecta para escapadas románticas o para quienes disfrutan de las caminatas. El alojamiento es una casa rústica renovada, acogedora tanto por dentro como por fuera. Los anfitriones, Alice y Lorenzo, reciben elogios por su amabilidad y disponibilidad. El desayuno es completo, con opciones dulces y saladas, y buen café. La limpieza, la relación calidad-precio y el ambiente general son puntos fuertes de la estancia. Pontremoli, un pueblo pintoresco, está a solo 15 minutos en coche.