Los viajeros destacan el ambiente rural encantador, la posibilidad de interactuar con numerosos animales libres y la hospitalidad de los anfitriones. La finca está bien ubicada cerca de Lucca y Pisa, es tranquila y muy limpia, y ofrece productos locales de gran calidad. Es un alojamiento recomendable tanto para familias como para quienes buscan relajarse en contacto con la naturaleza. Como puntos a considerar, no hay internet y el pago debe hacerse en efectivo. Muy buena relación calidad-precio y atención personalizada.