
Los viajeros destacan la ubicación a orillas del río Brenta y las vistas panorámicas. El alojamiento es limpio, cómodo y bien decorado. La propietaria es muy amable y atenta con los huéspedes. El desayuno es abundante y se adapta a familias con niños, quienes disfrutan de detalles como la biblioteca y los espacios comunes. El ambiente es tranquilo e ideal tanto para adultos como para familias.


