Reservamos una noche para visitar a amigos italianos que viven en Nesso. Ya había estado allí hace tres años, con una gestión diferente. Esta vez el precio por una noche casi se duplicó. Pensé que era porque habían renovado las habitaciones. Pero para nada: las mismas habitaciones antiguas, muy mal mantenidas y con fallos. Y esta vez, no solo el precio se duplicó sin ninguna mejora, sino que los propietarios son antipáticos y arrogantes. Odian que hagas cualquier pregunta y claramente quieren que te sientas mal, menospreciado y no bienvenido. A evitar a toda costa.