Los huéspedes destacan la excelente ubicación del apartamento, cercano de la estación Garibaldi y del metro, pero en una zona tranquila. Resaltan la limpieza, la comodidad y la decoración moderna, así como el hecho de que no falta nada para pasar una estancia agradable. La anfitriona Debora es elogiada por su amabilidad y disponibilidad. En general, una opción muy recomendable en Milán para quienes buscan alojamiento bien equipado y con buena atención.