La Dimora degli archi destaca por su limpieza impecable y su decoración cuidada tras una reciente renovación. Los anfitriones, Nicoletta y Michael, reciben muchos elogios por su amabilidad y atención, haciendo sentir a los huéspedes como en casa. Las habitaciones son cómodas y la ropa de cama, de calidad. El desayuno es abundante, con productos locales y pasteles caseros, considerado uno de los mejores aspectos de la estancia. La ubicación es tranquila y el entorno montañoso muy valorado. Como punto a tener en cuenta, la ausencia de aparcamiento privado cerca del alojamiento. La relación calidad-precio es excelente.