Las reseñas destacan la limpieza, la modernidad de la casa y la excelente ubicación cerca tanto del centro del pueblo como de los remontes de esquí. La gestión familiar, sobre todo por parte de Silvia, es muy valorada por la atención personalizada y la cordialidad. El desayuno, casero y variado, es uno de los puntos más elogiados. Las habitaciones se describen como cómodas y bien equipadas, algunas con vistas panorámicas. El ambiente es cálido y acogedor, lo que hace sentir a los huéspedes como en casa. Es un alojamiento recomendado tanto en invierno como en verano para explorar la zona.