Los viajeros destacan la excelente hospitalidad y amabilidad de Gabriella, la limpieza impecable de las habitaciones y la atmósfera auténtica del pueblo de montaña. El desayuno es abundante y con productos locales, lo que recibe muchos elogios. Se aprecia la ubicación céntrica, la comodidad y el buen precio. Es ideal tanto para hacer una parada en ruta como para explorar la zona y sus atractivos naturales y culturales.