Las opiniones destacan la amabilidad y disponibilidad de los anfitriones, así como la limpieza impecable de las habitaciones. El encanto de la estructura y la presencia de objetos históricos, especialmente relacionados con la Segunda Guerra Mundial, hacen del lugar una experiencia especial. La ubicación es tranquila y ofrece bonitas vistas, aunque el acceso puede ser un poco empinado para algunos. El desayuno es valorado como abundante y de buena calidad. En resumen, una estancia cómoda y recomendable, ideal para quienes buscan hospitalidad y un ambiente con historia.