Las opiniones destacan la excelente ubicación, muy cerca del Vaticano y de las estaciones de tren y metro. Las habitaciones son limpias, cómodas y bien equipadas. Gino, el anfitrión, recibe numerosos elogios por su amabilidad y atención. Se ofrece acceso a cocina y bebidas calientes, aunque el desayuno no siempre está incluido. Algunos comentarios sugieren pequeñas mejoras en la limpieza o en el baño, pero en general el alojamiento proporciona buena relación calidad-precio y es muy recomendable tanto para viajes turísticos como laborales.