Los huéspedes aprecian la limpieza y el ambiente acogedor del establecimiento, así como la ubicación estratégica, cerca del metro y de zonas comerciales. Las habitaciones son tranquilas y cómodas, y el desayuno de estilo italiano es bien valorado, aunque algunos consideran limitada la variedad. El trato de los anfitriones es destacado por su amabilidad y flexibilidad, facilitando detalles como la salida tardía. Se mencionan ligeros problemas de insonorización entre habitaciones, pero en general la experiencia es positiva y los viajeros recomiendan este alojamiento para estancias en Nápoles.