Las opiniones resaltan la excelente limpieza y el trato amable de la anfitriona, Patrizia, que hace que los huéspedes se sientan como en casa. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas, y el desayuno es variado y abundante. La ubicación, aunque no está en el centro, está bien conectada con metro, tranvía y autobús cercanos, lo que facilita los desplazamientos. El barrio es tranquilo y cuenta con tiendas y restaurantes cerca. Muy buena relación calidad-precio, recomendado para una estancia agradable en Roma.