Disfrutamos de nuestro tiempo y realmente quedamos encantados con nuestra anfitriona, Irene, que fue maravillosa. La habitación era muy bonita, sin embargo, había un olor bastante fuerte proveniente de los desagües durante nuestra estancia. Olía como a una fuga de aguas residuales. Sin embargo, al abrir las ventanas, entraron muchos mosquitos, y se podían ver insectos aplastados a lo largo de las paredes. La ubicación también se indicaba como Oltrarno cuando reservamos, pero estaba mucho más lejos de lo esperado del centro de la ciudad.

Gran bienvenida, habitación muy espaciosa con baño incluido, a 15 minutos a pie del Ponte Vecchio, la Piazza della Signoria, etc. Excelente desayuno, habitación limpia y gerente (gerente?) muy simpático y amable. El único inconveniente para quienes tienen coche: el estacionamiento alrededor del B&B se divide entre Rayas Azules (de pago, no vigilado, al aire libre 1€/hora, excluyendo las horas nocturnas de 20 a 8. 00 (si mal no recuerdo)) y Rayas Blancas (reservado solo para residentes, si quieres intentar suerte, corres el riesgo de una multa de algunas decenas de euros). Excluyendo esta restricción, la estructura es absolutamente recomendada.

Habitación muy limpia, gerente súper amable y servicial. Mobiliario en perfecto estilo florentino.