Las opiniones destacan la ubicación panorámica y tranquila del alojamiento, perfecto para quienes buscan relax con hermosas vistas al campo y el mar. Se valora mucho el encanto de la casa histórica, la limpieza y la amabilidad de los anfitriones. La piscina y el jardín bien cuidados son puntos fuertes. Algunas habitaciones no tienen aire acondicionado ni televisión, algo que refuerza el ambiente auténtico pero puede ser una limitación en días calurosos. El desayuno es correcto pero no muy variado. El acceso por camino de tierra puede ser incómodo. En general, destaca por su ambiente encantador, hospitalidad y tranquilidad.