El alojamiento destaca por su ambiente tranquilo y su ubicación rodeada de naturaleza, a menos de 10 minutos en coche del centro de Viterbo. Los viajeros valoran la amabilidad del anfitrión y los útiles consejos para descubrir la región. Las habitaciones son originales y están bien cuidadas, la limpieza es buena y el desayuno es abundante. La piscina es un atractivo añadido en verano. Se mencionan pequeños detalles a mejorar en el baño, pero no afectan negativamente la experiencia general. Hay aparcamiento interno disponible.