Los viajeros destacan la hospitalidad y amabilidad de la anfitriona, Laura, y la limpieza del alojamiento. Se valora mucho la ubicación cerca de la estación de tren y del centro. La cocina equipada y la atención a los detalles son puntos positivos. Algunas habitaciones pueden ser pequeñas, pero en general el alojamiento es cómodo y la relación calidad-precio es muy buena.