Las opiniones destacan la amabilidad y atención de los anfitriones, Fabrizio y Laura, siempre disponibles para ayudar y cuidar los detalles. Las habitaciones se describen como muy limpias, modernas y cómodas, a menudo con balcón y vistas agradables. Se valora la cercanía a la playa y la posibilidad de ir andando; además, la propiedad ofrece elementos prácticos como cocina compartida, nevera y agua embotellada gratuita. El desayuno es abundante y variado. Se recomienda disponer de coche para explorar la zona, aunque hay parada de bus cercana. Buena relación calidad-precio y ambiente acogedor.