Los viajeros destacan la limpieza y el ambiente moderno del alojamiento, así como su ubicación: céntrica y al mismo tiempo tranquila. Los anfitriones, Pietro y Rosa, reciben elogios constantes por su amabilidad y atención. Las habitaciones son cómodas y bien mantenidas; el desayuno es abundante para la mayoría, aunque algunos lo percibieron como sencillo. Los espacios exteriores y la facilidad de aparcamiento son un valor añadido. Es una opción muy recomendable para quienes quieren disfrutar tanto de las playas como del centro.