Las opiniones destacan sobre todo la excelente ubicación, en pleno centro histórico de Génova, muy cerca de los principales atractivos y zonas de interés. Las habitaciones son cómodas, limpias y bien equipadas, dentro de un edificio histórico con mucho encanto. El desayuno es abundante y casero, sobresaliendo los productos propios del anfitrión. Se elogia la amabilidad y atención de Carlo y Anna, siempre disponibles para ayudar y orientar a los huéspedes. Algunos comentarios mencionan que ciertas habitaciones tienen poca luz natural, aunque esto no afecta de manera significativa la experiencia global, que es muy positiva.