Las reseñas resaltan la ubicación céntrica y tranquila del alojamiento, ideal para moverse a pie o en bicicleta. Los viajeros valoran mucho la limpieza, el ambiente acogedor y el trato amable y servicial del personal, siempre dispuesto a compartir consejos sobre la isla. El desayuno, a base de productos frescos y caseros, es uno de los puntos fuertes, aunque algunos huéspedes mencionan que sería deseable mayor variedad (especialmente en opciones saladas). Las habitaciones se consideran cómodas, aunque a veces un poco pequeñas. Se destaca la posibilidad de alquilar bicicletas y las iniciativas de sostenibilidad del alojamiento. En conjunto, se recomienda por el ambiente familiar, el cuidado en los detalles y la calidad de los servicios.