Los viajeros destacan la ubicación céntrica y estratégica del alojamiento, perfecta para recorrer Cagliari a pie y disfrutar de los numerosos bares, restaurantes y tiendas cercanos. Las habitaciones son modernas, limpias y cómodas, con un diseño bien cuidado. La anfitriona, Giovanna, recibe elogios por su disponibilidad y amabilidad. A pesar de estar cerca del ambiente nocturno, el lugar resulta tranquilo. Se menciona como punto menor la ausencia del desayuno incluido y el estado de la escalera de acceso, pero en general las opiniones son muy positivas y recomiendan la estancia.