Las reseñas destacan, ante todo, la excelente ubicación, en pleno Trastevere, lo que permite desplazarse fácilmente por la ciudad. Los huéspedes valoran la limpieza y amplitud de las habitaciones, la tranquilidad a pesar de la zona animada y la amabilidad de los anfitriones, Jada y Davide. El desayuno de autoservicio resulta práctico aunque algo sencillo para algunos, quienes sugieren añadir fruta fresca. Hay comentarios positivos sobre la posibilidad de dejar el equipaje y sobre el proceso de check-in. Se mencionan pequeñas áreas de mejora como la insonorización o la decoración de los espacios. En general, ofrece muy buena relación calidad-precio y es una opción recomendable para una estancia en Roma.