Los viajeros destacan el encanto de la propiedad, su ubicación escénica cerca de Siena y la facilidad para explorar otros pueblos encantadores. El restaurante interno es muy valorado tanto por la calidad de la comida como por el ambiente festivo, aunque los fines de semana puede haber algo más de ruido. El personal es amable y eficiente. Las habitaciones y áreas comunes están limpias, el desayuno es abundante y la piscina es un plus apreciado. Se menciona la presencia de gatos, que puede ser problemático para quienes tienen alergias, y también cierta falta de insonorización entre habitaciones.