Las opiniones destacan la impecable limpieza y la ubicación céntrica de la propiedad, ideal para recorrer la ciudad, hacer compras y acceder fácilmente a la playa. Las habitaciones son amplias, cómodas y están bien decoradas, con algunos espacios recién renovados. El edificio histórico aporta encanto, y la anfitriona Beatrice recibe elogios por su amabilidad y disponibilidad. Se ofrecen detalles como set de té/café en las habitaciones, aunque el desayuno no siempre está incluido. Algunos viajeros mencionan la presencia de escaleras para acceder, aunque hay facilidades para equipaje. En general, es una opción recomendada para quienes buscan comodidad y una atmósfera acogedora en el centro.