Los huéspedes destacan la acogida cálida y la amabilidad del anfitrión, además de la limpieza excelente en todo el alojamiento. La estructura cuenta con solo tres habitaciones, lo que proporciona un ambiente íntimo y relajante. Se valora mucho la ubicación, perfecta para explorar los alrededores, y los servicios como el jardín con piscina y las vistas espectaculares a las colinas. El desayuno es abundante y variado, y los colchones muy cómodos. La disponibilidad de aparcamiento privado también es un punto a favor. En resumen, es un lugar tranquilo y bien cuidado, altamente recomendado para quienes buscan paz y naturaleza.