La empresa Bel Laghetto tiene dos edificios distintos,cada uno con su propia piscina. En el que me alojé,más pequeño e 'íntimo',me encontré muy a gusto. Estructura nueva,absolutamente limpia,comida excelente y disponibilidad de los gestores realmente apreciable,personas encantadoras,tanto con los humanos como con los perros y 'amigos peludos'. Únicas cosas a señalar,esperando que sean solo sugerencias constructivas: es un agroturismo en fase de finalización,por lo que falta el cuidado de los detalles como una valla perimetral (aspecto muy importante dado que es una propiedad pet-friendly),algunos muebles funcionales y bonitos tanto en las habitaciones como en el baño,algunas flores,y sobre todo el bidé. Los baños son muy espaciosos,con predisposición,pero el bidé está ausente. Lo señalamos y espero que acepten la observación porque usar la ducha,para nosotros los italianos,es realmente una molestia incómoda e inconcebible! Pero repito que me encantó mucho mi estancia y sin duda volveré!.