Las opiniones destacan la cálida hospitalidad y disponibilidad de Rosy y su equipo. El alojamiento está rodeado de naturaleza, entre plantaciones de cítricos, y resulta ideal tanto para visitar el Etna como para disfrutar del mar cercano. Las habitaciones son limpias y cómodas; la limpieza diaria está muy valorada. Se menciona positivamente la calidad de la cocina local y la abundancia del desayuno. Algunos viajeros notan que el acceso puede ser complicado por carreteras estrechas. En general, es recomendable para quienes buscan un lugar tranquilo y auténtico con buena gastronomía y atención familiar.