El lugar está frente al mar en Marzamemi, ¡pero alojarse en agosto es imposible! Por la tarde, la gente comienza a llegar y por la noche es imposible moverse debido a la cantidad de personas. ¡Quizás los jóvenes aprecien todo esto, incluso sin dormir toda la noche! Después de que termine el ruido de los clubes, la gente y la música (alrededor de las 3:30/4), el personal de limpieza comienza a trabajar a las 5:30, haciendo ruido afuera de la casa durante al menos una hora. Definitivamente no volveremos, también porque Marzamemi ha perdido todo su encanto!

En esta estructura nos alojamos por dos noches y éramos 3 adultos. Pero qué puedo decir, maravilloso todo: la casa, la plazoleta, la vista espectacular, etc... Y también nuestros pequeños amigos gatitos que venían a vernos todos los días. La hermosa casa, con techos altos, súper fresca y todo muy limpio, bien hecho. Para regresar.

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Hospitalidad, cortesía y amabilidad en primer lugar.