Las opiniones destacan la cálida acogida y amabilidad de los anfitriones, especialmente de Liudmila, haciendo que los huéspedes se sientan como en casa. Se valoran altamente la limpieza, el ambiente encantador y la decoración cuidada del alojamiento. El desayuno abundante, con pasteles caseros y productos locales, es uno de los puntos favoritos. La ubicación brinda vistas espectaculares y tranquilidad, ideal tanto para estancias cortas como prolongadas. Fácil de encontrar y muy recomendado por sus visitantes.