Las opiniones destacan el encanto y diseño de la estructura, así como su ubicación tranquila y con vistas espectaculares. Los huéspedes valoran la limpieza, la amabilidad del personal y la calidad de la comida, especialmente los platos típicos sardos abundantes. El desayuno es generoso, aunque algunos comentan la repetición de los dulces. En general, es una opción apreciada para quienes buscan descanso y tranquilidad en un entorno natural.